Carta a una iniciada
Baba Sawan Singh Ji |
Los
libros que tienen verdadera importancia (distinguiéndolos de los que son
basura) son recuentos de las experiencias de algunas personas, puestas por
escrito para beneficio de otros. Si alguien desea aprender, digamos química,
estudia los libros de química y así aprende algo de química. Pero si obtiene
instrucciones directamente de un químico, logrará una mejor comprensión del
tema. Por otra parte, si la persona instala un laboratorio y empieza a experimentar,
logrará un conocimiento mejor todavía del tema. Y finalmente, si lleva a cabo
sus experimentos bajo la dirección personal de un químico experto, evitará más
de un error y a su debido tiempo se convertirá en un químico experto también.
Adicionalmente, un libro sobre química puede interesarle a un estudiante y puede
que no le llame la atención a otros; ya que la estructura mental de uno puede
ser diferente a la del otro. El uno puede tener desarrollada la facultad
analítica, mientras que en el otro puede predominar la facultad de síntesis.
Por lo tanto un libro no abarca la totalidad de la comprensión. El autor lo
escribe bajo el punto de vista que es característico de él y puede interesarle
sólo a personas que tengan algún rasgo de las mismas cualidades. Además, el
mismo libro puede interesarle a una persona en una época y puede no interesarle
en otra, ya que el hombre es una criatura variable y su intelecto es un factor
variable. Por otra parte, existe la dificultad de la exacta expresión y del
correcto entendimiento. No se puede transmitir la idea de un ferrocarril o de
un tren, o de un moderno automóvil, a una persona que sólo conoce carros de
bueyes como medio de transporte. Un vendedor de radios, sin tener un receptor a
mano, sería poco convincente acerca de las maravillas del ra-dio frente a
personas que nunca antes hayan conocido un radio e inclusive con un radio en la
mano, es muy posible que lo tomen como un prestidigitador. De manera que cuando
no se pueden transmitir con exactitud ideas acerca de cosas materiales, en
palabras verbales o escritas, es lógico que las ideas sobre cosas no
materiales, tales corno experiencias mentales o espirituales, no pueden ser expresadas
con ningún grado de claridad o exactitud a personas que nunca han te-nido estas
experiencias. Sin embargo, los planos mentales y espirituales son tan reales
como las experiencias de cualquiera en el plano físico. Un niño que sale del
colegio después de adquirir sus primeros conocimientos básicos dice: «El
conocimiento es ilimitado». Un estudiante que completa el curso normal de
estudio, pero que aún no ha pasado por universidad, dice: «El conocimiento es
ilimitado». El graduado de la universidad también dice: «El conocimiento es ilimitado».
Un profesor universitario que ha colmado los límites del saber brindados en la
universidad, también dice: «El conocimiento es ilimitado». Ahora bien, el niño,
el estudiante, el graduado y el profesor, todos usan la misma expresión; pero
ciertamente no tienen el mismo alcance. La idea que el niño tiene del
cono-cimiento es muy estrecha, mientras que la idea según la concibe el
graduado universitario es profunda, es un mar comparado con una charca. Los
libros transmiten en el mejor de los casos muy poco, y a menudo son mal
entendidos. Mientras más críticamente examina un principiante los libros, más
discrepancias encuentra y el resultado generalmente es confusión de pensamiento.
De aquí la necesidad de estar asocia-do con un instructor viviente y también la
necesidad de la verdadera experiencia práctica de convertir la teoría en
hechos, o sea, la realización individual. De manera que los libros por su
naturaleza misma son imperfectos y sólo cumplen un propósito limitado. El
hombre mismo es un libro perfecto, porque todos los libros han nacido de él.
Dentro
de él está el Creador con toda la Creación. El estudio de los libros da una
información de segunda mano, mientras que el estudio del hombre da información
primera mano, es decir, el estudio de lo que se encuentra dentro de nosotros
mismos. De manera que, ¿por qué no entrar dentro de nosotros mismos y ver lo que
hay allí? De los libros tenemos que captar la idea básica sobre la cual está
basado el libro. Si estudias los libros con ese espíritu (no estoy defendiendo
todos los libros y me apena tener que decir que la lengua inglesa es pobre en
verdadera literatura sobre temas espirituales) te darás cuenta de que la idea
central de Sant Mat y de otras escuelas de pensamiento, es la práctica de la
Corriente de Sonido. Muchos nombres diferentes son usados para expresar esta
idea. Cristo, Mahoma y los Rishis Védicos han practicado y predicado esta misma
idea. Se puede decir que han estudiado o se han elevado por esta Corriente a
diferentes alturas; pero la idea fundamental de todas sus enseñanzas es esta
Corriente de Sonido. El tipo de lenguaje o el ambiente bajo el cual esta idea
básica es expresada, depende del lugar y de la gente entre quien se halla trabajando
el Maestro; de sus costumbres, de su presentación y de su desarrollo intelectual.
Y como estas costumbres, maneras, etc.; cambian con el tiempo, sus libros se
vuelven obsoletos. De aquí la necesidad de cambiar continuamente la forma como
se presenta el principio de la Corriente de Sonido. El mensaje debe mantenerse
actualizado, de manera que se adapte a los tiempos y a la gente a quien se
ofrece.
ESTA
CORRIENTE SE HALLA PRESENTE EN EL HOMBRE, en todos los hombres. Es natural en
el hombre, no es artificial. No Puede ser alterada ni modificada, ni se le
puede agregar o suprimir nada. Todo demás en el mundo es cambiable y cambia continuamente,
pero no está Corriente. Es una emanación, es una onda de la Gran Fuente de
todo, —el Creador Supremo-, sea cual fuere el nombre que le que-ramos dar. Cada
individuo es una chispa, 'una gota de esta misma Fuente Infinita. El Creador
está siempre en la cima de esta Corriente y el alma individual está en el otro extremo; de esta manera la Corriente
actúa como el lazo de conexión entre ellos. Es por medio de esta Corriente que
la vida, la existencia misma del individuo se sostiene. El individuo no percibe
el contacto con ella a causa de los espesos velos de la mente y de materia que
lo cubren. Pero está allí en el hombre y en toda las formas de la creación, en
el foco del ojo, desde donde se difunde por todo el cuerpo debajo del nivel de
los ojos y luego sale del cuerpo a través de los diferentes órganos sensorios.
Para captarla, la dispersa y dispersarte atención debe ser controlada y mantenida
en el foco, en donde se establece una conexión con el plano astral, el mental y
el espiritual y se funde finalmente con su Fuente en el otro extremo.
LA
PRIMERA COSA ESENCIAL ES, por lo tanto, ENTRAR EN ESTE LABORATORIO QUE QUEDA
DENTRO DE NOSOTROS MISMOS, llevando nuestra dispersa atención dentro del foco
del ojo. Este es un proceso lento. Pero no podemos justificarnos diciéndonos que
no podemos hacerlo o que es imposible o que es inútil. He aquí un objetivo
válido para emplear meritoria-mente nuestras facultades críticas y de otra
clase. Si no podernos controlar o subyugar los pensamientos que brotan dentro
de nosotros, ¿quién más lo hará? Es nuestro trabajo y debemos hacerlo en este término
de vida, mientras somos hombres porque el hombre es la más elevada forma de la
creación. Hay muchas formas de lograr esto. pero por experiencia, los Santos,
han encontrado que la «Repetición» llamada ,«(simran» realizada de la manera
explicada en el momento de la Iniciación, es la mejor y la manera más efectiva
y al mismo tiempo la más sencilla. Si los pensamientos del mundo material nos
llevan fuera del foco, los pensamientos del mundo interno nos llevan a lo
interno. Cuando estamos dentro del foco nos desconectamos del mundo material y
estamos en el umbral del mundo astral. Nosotros también habremos abandonado
nuestro cuerpo físico y seremos entonces del mismo material que está hecho el
mundo astral y podremos actuar allí. La misma atención que estaba operando en
el mundo material, es entonces capaz de operar en el mundo astral. Y así como
ahora consideramos real a este bajo mundo, encontraremos que el mundo astral es
tan real, aún más, mucho más real de lo que encontramos este mundo ahora.
Una
vez lleguemos al plano astral, la misma atención pero ahora ya purificada de la escoria material, se aferra a la Corriente
de Sonido, se purifica aún más y se eleva por ella hasta alcanzar los
planos espirituales. Con cada pulgada de ascenso, el alma está desechando las
envolturas de mente y de materia y está despertando de su profundo sueño de
edades. Es innecesario decir que en este proceso el alma no está desvalida; va
hacia adentro y permanece adentro y sale a voluntad. Podernos considerar este
asunto de otra manera: El Creador es Existencia, Conocimiento y
Bienaventuranza; o Poder, Sabiduría y Amor. El alma es un átomo chispa de esa
esencia de Existencia, la cual halla cubierta por las envolturas de la mente y
la materia, dándole forma al hombre individual. Si las envolturas fuesen
eliminadas del individuo, el alma quedaría desnuda y estaría calificada para conocer
a su Creador. El individuo se conocería a sí mismo —lograría la «Autorrealización»
y sería a su vez capaz de conocer al Creador. Cubierta de envolturas el alma se
entera acerca de su Fuente sólo por boca de otros o por libros que lee acerca
del Creador, o adivina sobre Él o se traza cuadros imaginarios para satisfacer
su curiosidad intelectual. O produce credos. Si envolviésemos una lámpara en
una fina tela de muselina, la luz sería opacada. Si adicional a esto envolvemos
sobre la muselina una tela tupida y pesada se eliminaría la luz por completo y
la lámpara dejaría de servir su propósito. El hombre es como esta lámpara
cubierta. Hay luz en él. Hay en él chispa de la Existencia Pura, del
Conocimiento y de la Bienaventuranza. Pero las envolturas de la mente y de la materia
opacan esa luz y el hombre entonces anda a tientas en la oscuridad. La
Verdadera Existencia ha degenerado y se presenta en él corno razón, intelecto e
instinto. La Bienaventuranza ha degenerado en pasajeras experiencias de placer
y de dolor. Vestidos con nuestras oscuras envolturas, somos incapaces de
comprender nuestra Fuente. El grado hasta donde somos capaces de librarnos de
nuestras envolturas, depende de la capacidad que tengamos de comprender nuestra
Fuente. Estas observaciones acerca de los libros, el Creador, el individuo y la
Corriente de Sonido, nos ayudarán a responder tu triple pregunta.
1.
La Morada Original a la que tanta referencia se hace, ¿es de donde hemos
venido?
2.
¿Por qué abandonamos ese Hogar? 3. ¿Volveremos a abandonarlo nueva-mente?
El
individuo, tal como está constituido ahora, es incapaz de comprender lo que ha
sucedido o está sucediendo en la Fuente. Los Santos que vienen de ese lugar y
que tienen acceso a voluntad a ese lugar, saben lo que está sucediendo allí.
Pero, por la naturaleza misma de las cosas se encuentran en desventaja al
tratar de transmitir la información al individuo que se encuentra en este lado.
Ellos tratan de diferentes maneras de satisfacer a su auditorio. Algunos se
convencen, otros no. No importa qué clase de respuestas demos a estas preguntas,
siempre podremos encontrarles errores, e incluso si la razón y el intelecto
están satisfechos por el momento, la necesidad de convertir la teoría en hechos
de experiencia y realización personal, permanecerá en pie. Pero el hecho es que
los Santos no pretenden satisfacer a su audiencia con palabras vacías. Ofrecen
llevar al buscador al otro extremo y de esta manera darle un conocimiento de
primera mano. La belleza de ello es que en aquel extremo esas preguntas no
tienen razón de ser y no se presentan. De manera que, si el curioso o el
interrogador tuviese un poco de paciencia y fe, la mayoría de sus preguntas serían
contestadas automáticamente, a medida que su experiencia crezca. Supongamos que
un hombre se encuentra en el fondo de un profundo pozo, en donde se siente muy
solo e incómodo. Otro hombre pasa cerca de ese pozo y lleva consigo una larga
cuerda. Al darse cuenta de que hay alguien en el fondo del pozo, deja caer la
cuerda y ofrece sacarlo de ese lugar si se aferra fuertemente del otro extremo
de la cuerda. Pero nuestro hombre que está en el pozo empieza a discutir y
exige que se le explique en primer lugar cómo es que llegó a caer al fondo de
ese pozo y qué garantía tiene de que no volverá a caer una vez se le haya sacado,
etcétera. Lo más que el hombre con la cuerda puede hacer es decirle que le
sacará del pozo y que entonces él podrá estudiar la situación por sí mismo.
Pero el hombre del pozo no quiere aprovechar esta oportunidad. Y eso significa
sencillamente que el momento de escapar de si prisión no le ha llegado a un.
PREDESTINACIÓN Vs. LIBRE ALBEDRÍO La voluntad es libre solamente mientras no haya actuado.
Una vez que haya actuado, ese acto primero se convierte en un lazo que la ata.
La segunda vez que actúa, ya no es con una voluntad libre, sino como una
voluntad calculadora, porque lleva consigo la experiencia del primer acto. Y
una voluntad calculadora no es una voluntad libre, es una voluntad limitada.
Las creaciones mismas o actos de una voluntad libre, actúan como factores
limitantes sobre ella y guían sus actividades futuras. De manera que mientras
más experiencias tiene uno, más guiada es su voluntad y por lo tanto más se
limita, y esto es la verdadera predestinación. De manera pues, que no hay
antagonismo entre predestinación, destino, karma y libre albedrío. En una
ocasión fuimos libres. Actuamos y entonces nuestros actos se convirtieron en
lazos que nos ataron. Limitaron nuestra libertad original. Ahora actúan sobre
nosotros como destino inevitable. Como nuestras experiencias se han hecho
complejas y variadas, estas experiencias se presentan ahora en nosotros como
alegrías y temores, esperanzas y deseos cada una de las cuales moldea a su vez
nuestra razón o intelecto.
Intelecto, razón y sentimientos, siendo para
lo que han sido formados, determinan ahora nuestras acciones y nos hacen
escoger un curso predestinado. Así, los actos de una vida determinan el marco o
circunstancias de la próxima. Al igual que un granjero, estamos ahora viviendo
del grano de la cosecha pasada mientras prepararnos el terreno para la siembra
del nuevo grano. Aunque tenemos que sobrellevar nuestro destino, ya que de ello
no hay escapatoria, sin embargo, no todo está perdido si usamos el pequeño
grado de libertad de que disponemos, de tal manera que nos conduzca a nuestro
rescate ultérrimo.
Queremos
que este vagar incesante de vida en vida termine de una vez por todas. Y así
sucederá si escogemos los medios de escape. La forma más fácil, la más segura y
en realidad, la única es la asociación con los que son libres. Los Santos son
libres por virtud de su práctica de la Corriente de Sonido y vienen a nosotros
con una sola misión —la de conectarnos con la Corriente de Sonido y así hacemos
libres. Éste es el único sendero de liberación espiritual.
HECHOS
Vs. TEORÍAS: Aquello que puede ser un hecho para una persona, puede no serlo para
otra y no será así sino hasta que haya tenido una experiencia similar. Los
hechos de Sant Mat son reproducibles, así como los hechos de cualquier ciencia,
y pueden ser demostrados en el laboratorio de Sant Mat. Como hemos dicho
anterior-mente, el laboratorio de Sant Mat está dentro del hombre. Cualquiera
que entre en este laboratorio, (o sea, que lleve su dispersa atención dentro de
sí mismo al foco del ojo) puede ver, sentir y realizar lo que los Santos dicen,
y puede repetir el experimento tan a menudo corno lo desee. Sant Mat trata
solamente con hechos, no con teorías o creencias. Expone para sus devotos un
curso práctico. Es práctico de punta a punta y puede ser puesto en práctica por
el joven o por el viejo, por el hombre o la mujer, por el sabio o por el ignorante
mientras al mismo tiempo están gozando de la plenitud de la vida hogareña.
DEBERES
DE LA VIDA: Sant Mat es natural; es por lo tanto, racional. Espera de sus
devotos que vivan una vida normal y que realicen sus deberes mejor que otros.
Los perezosos no avanzan, ni aquí ni en ninguna otra parte Sant Mat crea el
des-apego en el apego, hace que uno viva en el mundo sin pertenecer sin embargo
al nitrado. Con la mente bajo control y el estímulo del conocimiento personal de
otros y mejores mundos, cambia el punto de vis-ta del discípulo sobre la vida,
sus deberes y sus responsabilidades. La vida aquí se hace irreal y sus valores
son tasados de acuerdo a ello. Cosas a las cuales otros le dan demasiada importancia,
se vuelven de poco valor para el discípulo. Y muchas veces, aquello que otros
pueden considerar sin importancia, e incluso parecerles tonto, puede ser para
el discípulo algo de más valor que la vida misma. Esto se debe a que él
contempla la vida desde un punto de vista superior. Pero esto no significa que
se puede descuidar un verdadero deber. Comparada con la vida de los mundos que
se encuentran por sobre el nivel de los ojos, nuestra situación actual no es
mejor que un sueño. Si la gen-te fuera dentro del foco del ojo y entrara en los
mundos superiores, serían eterna-mente felices. Cesaría toda charla vacía.
Contemplarían la Gran Realidad. De manera que, primero tienes que controlar la
mente y elevarte dentro de ti mismo hasta el foco del ojo, y cualquiera otra
persona tiene que hacer lo mismo dentro de sí mismo. Cuando dentro del foco del
ojo tú y él hayan abandonado las envolturas materiales, la materia ya no será
un obstáculo en tu estudio y en tu marcha ascendente. Ni tampoco será un
obstáculo en vuestras comunicaciones mientras ambos estéis por sobre el nivel
de los ojos. Para realizar esto, no es necesario abandonar el hogar o el país,
Quienquiera que vaya dentro del foco del ojo, se vuelve independiente del
tiempo y del espacio, y puede por experiencia propia ayudar y guiar a quien no
ha alcanzado aún ese punto. Aquél que se eleva aún más y que logra acceso a
otros mundos más eleva-dos, es capaz de guiar a otros hasta esos mundos. Como en
cualquier otra rama del estudio, un estudiante que se encuentra ocasionalmente
con su instructor y departe libremente con él, tiene una clara ventaja sobre
aquél que solamente toma un curso por correspondencia. Lo mismo sucede en Sant
Mat y en el desarrollo de este Sendero. Pero la belleza de todo ello es que, cuan-do
logras acceso a la Luz Interna y a los Mundos de Luz Internos, los elementos de
tiempo y de distancia desaparecen tan completamente que te encuentras cara a
cara con tu instructor y Maestro, y él estará siempre allí para instruirte y
guiarte, y también para fortalecerte. No necesitas aceptar nada de los libros,
y ni siquiera de mis cartas, que no te agra-de. Puedes dejar de lado por el
momento, el objeto ultérrimo de la vida y el porqué y el cómo de ella. Puedes
empezar tu búsqueda desde este extremo y luego, tomar como objetivo tuyo el
alcanzar el foco del ojo. Llega a ese punto de cualquier manera que puedas, sea
por medio de éste o de cualquier otro método. Traza tus propios planes si lo
deseas. Solamente haz y eje-cuta algún plan para llegar a ese objetivo. Pon tu
plan en acción. Eso es lo principal. Y entonces, si te das cuenta de que no funciona
tan bien, regresa a este plan que te he indicado. Lo principal es llegar al
foco del ojo de cualquier manera. Estarás tratando con tu propia atención. Si
logras sujetarla dentro del foco del ojo habrás ganado la batalla de la vida.
Dices que en ocho semanas desde tu iniciación no has hecho ningún progreso.
SANT
MAT NO FIJA NINGÚN TIEMPO LIMITE. Hagamos una apreciación de la situación.
Desde la época de nuestro nacimiento, en cuyo momento dejamos el foco del ojo
saliendo de él, establecimos nuestras conexiones con este mundo y no hemos regresado
allí. A veces cuando tenemos algún profundo e intrincado problema que resolver,
cerramos nuestros ojos y tratarnos de pensar sujetando nuestra atención en el
foco del ojo. Lo hacernos durante algún tiempo, pero pronto salirnos
nueva-mente de allí porque hemos adquirido el mal hábito de permanecer fuera de
él.
Los
poetas, los pintores y los músicos reciben su inspiración desde ese punto.
Todos los grandes pensadores clarifican sus ideas allí. Cualquier progreso
científico que el mundo ha alcanzado, se ha derivado de esta fuente. Este foco
que se encuentra detrás de los ojos, es la fuente de toda la inspiración que ha
producido las obras maestras del mundo. Y cualquier progreso que se haga en el
futuro, tendrá como fuente de información e inspiración este punto. Aquí es
donde la Divinidad baja para encontrarse con el hombre que está luchando. ¿Y
QUÉ ES LO QUE NOS SUJETA FUERA DEL FOCO? ¿Por qué es que todo el mundo no
corre con todas sus fuerzas a entrar en esta mágica fuente de inspiración y de
sabiduría? Porque nuestra atención ha estado y está apegada a nuestros cuerpos,
a nuestros parientes, a nuestras casas, a nuestros países y a nuestros placeres;
a veces también a nuestras penas y dolores. Nos hemos identificado hasta tal
punto con estas cosas, que hemos perdido nuestra identidad. A menos que empecemos
ahora a desapegamos de estas cosas, de estas conexiones externas y empecemos a
desarrollar una capacidad para conectar y desconectar a voluntad nuestra
atención, es muy poco el progreso que podremos hacer en el Sendero. Tenemos que
restablecer nuestra identidad para afirmar nuestra superioridad sobre nuestra
mente y nuestro cuerpo. La mente debe operar sólo cuando así lo deseemos.
Debemos ser capaces de entrar en el cuerpo a voluntad para funcionar en este
mundo cuando sea necesario, y luego salir a voluntad cuando deseemos funcionar
en otro mundo. Es la atención la que tiene que ir hacia adentro y ver. Pero mientras
esté corriendo por lo externo, ¿quién hay dentro para ver? Si el dueño de una
casa se sienta siempre en la puerta de su casa y se queja de que no puede ver
lo que está sucediendo adentro, su queja no es justificada. Este desapegar la
atención de las conexiones externas es un asunto lento. Los hábitos se
convierten en nuestra segunda naturaleza. Toma tiempo formar nuevos hábitos.
Pero la carrera se gana obrando lenta y firmemente, y la práctica hace que se
alcance la perfección. Sigue a la mente durante un minuto y ve qué es lo que la
mantiene alejada de su sede. Evita todo lo que interfiera con el logro de tu
objetivo y acepta todo lo que te acerque a él. Ya te he dado el método de los
Santos, basado en una larga, larga experiencia. Si alguien está seguro de estar
en el sendero correcto, incluso si no da más que un paso al día, se está
acercando a su destino y con seguridad algún día llegará allí, no importa cuán
distante pueda estar ese destino. Posiblemente te preguntarás: ¿Y cómo sé yo
que estoy en el Sendero correcto? Yo te he dado los medios de comprobarlo por
ti misma. Hasta que lo hayas comprobado por ti misma tienes necesariamente que
aceptar algunas cosas en fe. Tendrías que hacer lo mismo si fueras a construir
un puente... Afortunado es ciertamente quien pasa su corta vida en compañía del
Maestro. «Si un hombre es un verdadero buscador debe entregarse plenamente al
Satgurú y abandonar todo lo demás». Ya se ha dicho en qué forma la atención del
hombre está apegada a toda clase de relaciones mundanas y de cosas mundanas. Es
muy poca la atención que queda disponible para el estudio del ser y la búsqueda
de Dios. Mira alrededor de ti. ¿Quién tiene tiempo para las necesidades de su
alma? El hombre debería encontrar tiempo, pero cree que no puede. Su atención
está tan monopolizada por tonterías que no tiene tiempo para los asuntos de
verdadera importancia. Un verdadero buscador que da su atención individida a
los asuntos del espíritu, es ciertamente un pájaro raro. Pero los hombres
marchan tras aquello que gusta más. Un amante no puede ser separado de su amada,
porque se ha entregado completamente a su bien amada. Su amada es su vida. Estas
citas que hemos hecho solamente indican el ideal. En verdad, un Santo puede considerarse
afortunado si encuentra durante toda su vida a uno o dos genuinos buscadores de
la Verdad.
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