viernes, 1 de marzo de 2013

Hombre! conócete a ti mismo.


Carta a una iniciada            

Baba Sawan Singh Ji
Los libros que tienen verdadera importancia (distinguiéndolos de los que son basura) son recuentos de las experiencias de algunas personas, puestas por escrito para beneficio de otros. Si alguien desea aprender, digamos química, estudia los libros de química y así aprende algo de química. Pero si obtiene instrucciones directamente de un químico, logrará una mejor comprensión del tema. Por otra parte, si la persona instala un laboratorio y empieza a experimentar, logrará un conocimiento mejor todavía del tema. Y finalmente, si lleva a cabo sus experimentos bajo la dirección personal de un químico experto, evitará más de un error y a su debido tiempo se convertirá en un químico experto también. Adicionalmente, un libro sobre química puede interesarle a un estudiante y puede que no le llame la atención a otros; ya que la estructura mental de uno puede ser diferente a la del otro. El uno puede tener desarrollada la facultad analítica, mientras que en el otro puede predominar la facultad de síntesis. Por lo tanto un libro no abarca la totalidad de la comprensión. El autor lo escribe bajo el punto de vista que es característico de él y puede interesarle sólo a personas que tengan algún rasgo de las mismas cualidades. Además, el mismo libro puede interesarle a una persona en una época y puede no interesarle en otra, ya que el hombre es una criatura variable y su intelecto es un factor variable. Por otra parte, existe la dificultad de la exacta expresión y del correcto entendimiento. No se puede transmitir la idea de un ferrocarril o de un tren, o de un moderno automóvil, a una persona que sólo conoce carros de bueyes como medio de transporte. Un vendedor de radios, sin tener un receptor a mano, sería poco convincente acerca de las maravillas del ra-dio frente a personas que nunca antes hayan conocido un radio e inclusive con un radio en la mano, es muy posible que lo tomen como un prestidigitador. De manera que cuando no se pueden transmitir con exactitud ideas acerca de cosas materiales, en palabras verbales o escritas, es lógico que las ideas sobre cosas no materiales, tales corno experiencias mentales o espirituales, no pueden ser expresadas con ningún grado de claridad o exactitud a personas que nunca han te-nido estas experiencias. Sin embargo, los planos mentales y espirituales son tan reales como las experiencias de cualquiera en el plano físico. Un niño que sale del colegio después de adquirir sus primeros conocimientos básicos dice: «El conocimiento es ilimitado». Un estudiante que completa el curso normal de estudio, pero que aún no ha pasado por universidad, dice: «El conocimiento es ilimitado». El graduado de la universidad también dice: «El conocimiento es ilimitado». Un profesor universitario que ha colmado los límites del saber brindados en la universidad, también dice: «El conocimiento es ilimitado». Ahora bien, el niño, el estudiante, el graduado y el profesor, todos usan la misma expresión; pero ciertamente no tienen el mismo alcance. La idea que el niño tiene del cono-cimiento es muy estrecha, mientras que la idea según la concibe el graduado universitario es profunda, es un mar comparado con una charca. Los libros transmiten en el mejor de los casos muy poco, y a menudo son mal entendidos. Mientras más críticamente examina un principiante los libros, más discrepancias encuentra y el resultado generalmente es confusión de pensamiento. De aquí la necesidad de estar asocia-do con un instructor viviente y también la necesidad de la verdadera experiencia práctica de convertir la teoría en hechos, o sea, la realización individual. De manera que los libros por su naturaleza misma son imperfectos y sólo cumplen un propósito limitado. El hombre mismo es un libro perfecto, porque todos los libros han nacido de él.

Dentro de él está el Creador con toda la Creación. El estudio de los libros da una información de segunda mano, mientras que el estudio del hombre da información primera mano, es decir, el estudio de lo que se encuentra dentro de nosotros mismos. De manera que, ¿por qué no entrar dentro de nosotros mismos y ver lo que hay allí? De los libros tenemos que captar la idea básica sobre la cual está basado el libro. Si estudias los libros con ese espíritu (no estoy defendiendo todos los libros y me apena tener que decir que la lengua inglesa es pobre en verdadera literatura sobre temas espirituales) te darás cuenta de que la idea central de Sant Mat y de otras escuelas de pensamiento, es la práctica de la Corriente de Sonido. Muchos nombres diferentes son usados para expresar esta idea. Cristo, Mahoma y los Rishis Védicos han practicado y predicado esta misma idea. Se puede decir que han estudiado o se han elevado por esta Corriente a diferentes alturas; pero la idea fundamental de todas sus enseñanzas es esta Corriente de Sonido. El tipo de lenguaje o el ambiente bajo el cual esta idea básica es expresada, depende del lugar y de la gente entre quien se halla trabajando el Maestro; de sus costumbres, de su presentación y de su desarrollo intelectual. Y como estas costumbres, maneras, etc.; cambian con el tiempo, sus libros se vuelven obsoletos. De aquí la necesidad de cambiar continuamente la forma como se presenta el principio de la Corriente de Sonido. El mensaje debe mantenerse actualizado, de manera que se adapte a los tiempos y a la gente a quien se ofrece.

ESTA CORRIENTE SE HALLA PRESENTE EN EL HOMBRE, en todos los hombres. Es natural en el hombre, no es artificial. No Puede ser alterada ni modificada, ni se le puede agregar o suprimir nada. Todo demás en el mundo es cambiable y cambia continuamente, pero no está Corriente. Es una emanación, es una onda de la Gran Fuente de todo, —el Creador Supremo-, sea cual fuere el nombre que le que-ramos dar. Cada individuo es una chispa, 'una gota de esta misma Fuente Infinita. El Creador está siempre en la cima de esta Corriente y el alma individual está en el  otro extremo; de esta manera la Corriente actúa como el lazo de conexión entre ellos. Es por medio de esta Corriente que la vida, la existencia misma del individuo se sostiene. El individuo no percibe el contacto con ella a causa de los espesos velos de la mente y de materia que lo cubren. Pero está allí en el hombre y en toda las formas de la creación, en el foco del ojo, desde donde se difunde por todo el cuerpo debajo del nivel de los ojos y luego sale del cuerpo a través de los diferentes órganos sensorios. Para captarla, la dispersa y dispersarte atención debe ser controlada y mantenida en el foco, en donde se establece una conexión con el plano astral, el mental y el espiritual y se funde finalmente con su Fuente en el otro extremo.

LA PRIMERA COSA ESENCIAL ES, por lo tanto, ENTRAR EN ESTE LABORATORIO QUE QUEDA DENTRO DE NOSOTROS MISMOS, llevando nuestra dispersa atención dentro del foco del ojo. Este es un proceso lento. Pero no podemos justificarnos diciéndonos que no podemos hacerlo o que es imposible o que es inútil. He aquí un objetivo válido para emplear meritoria-mente nuestras facultades críticas y de otra clase. Si no podernos controlar o subyugar los pensamientos que brotan dentro de nosotros, ¿quién más lo hará? Es nuestro trabajo y debemos hacerlo en este término de vida, mientras somos hombres porque el hombre es la más elevada forma de la creación. Hay muchas formas de lograr esto. pero por experiencia, los Santos, han encontrado que la «Repetición» llamada ,«(simran» realizada de la manera explicada en el momento de la Iniciación, es la mejor y la manera más efectiva y al mismo tiempo la más sencilla. Si los pensamientos del mundo material nos llevan fuera del foco, los pensamientos del mundo interno nos llevan a lo interno. Cuando estamos dentro del foco nos desconectamos del mundo material y estamos en el umbral del mundo astral. Nosotros también habremos abandonado nuestro cuerpo físico y seremos entonces del mismo material que está hecho el mundo astral y podremos actuar allí. La misma atención que estaba operando en el mundo material, es entonces capaz de operar en el mundo astral. Y así como ahora consideramos real a este bajo mundo, encontraremos que el mundo astral es tan real, aún más, mucho más real de lo que encontramos este mundo ahora.

Una vez lleguemos al plano astral, la misma atención pero ahora ya purificada de la escoria material, se aferra a la Corriente de Sonido, se purifica aún más y se eleva por ella hasta alcanzar los planos espirituales. Con cada pulgada de ascenso, el alma está desechando las envolturas de mente y de materia y está despertando de su profundo sueño de edades. Es innecesario decir que en este proceso el alma no está desvalida; va hacia adentro y permanece adentro y sale a voluntad. Podernos considerar este asunto de otra manera: El Creador es Existencia, Conocimiento y Bienaventuranza; o Poder, Sabiduría y Amor. El alma es un átomo chispa de esa esencia de Existencia, la cual halla cubierta por las envolturas de la mente y la materia, dándole forma al hombre individual. Si las envolturas fuesen eliminadas del individuo, el alma quedaría desnuda y estaría calificada para conocer a su Creador. El individuo se conocería a sí mismo —lograría la «Autorrealización» y sería a su vez capaz de conocer al Creador. Cubierta de envolturas el alma se entera acerca de su Fuente sólo por boca de otros o por libros que lee acerca del Creador, o adivina sobre Él o se traza cuadros imaginarios para satisfacer su curiosidad intelectual. O produce credos. Si envolviésemos una lámpara en una fina tela de muselina, la luz sería opacada. Si adicional a esto envolvemos sobre la muselina una tela tupida y pesada se eliminaría la luz por completo y la lámpara dejaría de servir su propósito. El hombre es como esta lámpara cubierta. Hay luz en él. Hay en él chispa de la Existencia Pura, del Conocimiento y de la Bienaventuranza. Pero las envolturas de la mente y de la materia opacan esa luz y el hombre entonces anda a tientas en la oscuridad. La Verdadera Existencia ha degenerado y se presenta en él corno razón, intelecto e instinto. La Bienaventuranza ha degenerado en pasajeras experiencias de placer y de dolor. Vestidos con nuestras oscuras envolturas, somos incapaces de comprender nuestra Fuente. El grado hasta donde somos capaces de librarnos de nuestras envolturas, depende de la capacidad que tengamos de comprender nuestra Fuente. Estas observaciones acerca de los libros, el Creador, el individuo y la Corriente de Sonido, nos ayudarán a responder tu triple pregunta.

1. La Morada Original a la que tanta referencia se hace, ¿es de donde hemos venido?
2. ¿Por qué abandonamos ese Hogar? 3. ¿Volveremos a abandonarlo nueva-mente?
El individuo, tal como está constituido ahora, es incapaz de comprender lo que ha sucedido o está sucediendo en la Fuente. Los Santos que vienen de ese lugar y que tienen acceso a voluntad a ese lugar, saben lo que está sucediendo allí. Pero, por la naturaleza misma de las cosas se encuentran en desventaja al tratar de transmitir la información al individuo que se encuentra en este lado. Ellos tratan de diferentes maneras de satisfacer a su auditorio. Algunos se convencen, otros no. No importa qué clase de respuestas demos a estas preguntas, siempre podremos encontrarles errores, e incluso si la razón y el intelecto están satisfechos por el momento, la necesidad de convertir la teoría en hechos de experiencia y realización personal, permanecerá en pie. Pero el hecho es que los Santos no pretenden satisfacer a su audiencia con palabras vacías. Ofrecen llevar al buscador al otro extremo y de esta manera darle un conocimiento de primera mano. La belleza de ello es que en aquel extremo esas preguntas no tienen razón de ser y no se presentan. De manera que, si el curioso o el interrogador tuviese un poco de paciencia y fe, la mayoría de sus preguntas serían contestadas automáticamente, a medida que su experiencia crezca. Supongamos que un hombre se encuentra en el fondo de un profundo pozo, en donde se siente muy solo e incómodo. Otro hombre pasa cerca de ese pozo y lleva consigo una larga cuerda. Al darse cuenta de que hay alguien en el fondo del pozo, deja caer la cuerda y ofrece sacarlo de ese lugar si se aferra fuertemente del otro extremo de la cuerda. Pero nuestro hombre que está en el pozo empieza a discutir y exige que se le explique en primer lugar cómo es que llegó a caer al fondo de ese pozo y qué garantía tiene de que no volverá a caer una vez se le haya sacado, etcétera. Lo más que el hombre con la cuerda puede hacer es decirle que le sacará del pozo y que entonces él podrá estudiar la situación por sí mismo. Pero el hombre del pozo no quiere aprovechar esta oportunidad. Y eso significa sencillamente que el momento de escapar de si prisión no le ha llegado a un.

PREDESTINACIÓN Vs. LIBRE ALBEDRÍO  La voluntad es libre solamente mientras no haya actuado. Una vez que haya actuado, ese acto primero se convierte en un lazo que la ata. La segunda vez que actúa, ya no es con una voluntad libre, sino como una voluntad calculadora, porque lleva consigo la experiencia del primer acto. Y una voluntad calculadora no es una voluntad libre, es una voluntad limitada. Las creaciones mismas o actos de una voluntad libre, actúan como factores limitantes sobre ella y guían sus actividades futuras. De manera que mientras más experiencias tiene uno, más guiada es su voluntad y por lo tanto más se limita, y esto es la verdadera predestinación. De manera pues, que no hay antagonismo entre predestinación, destino, karma y libre albedrío. En una ocasión fuimos libres. Actuamos y entonces nuestros actos se convirtieron en lazos que nos ataron. Limitaron nuestra libertad original. Ahora actúan sobre nosotros como destino inevitable. Como nuestras experiencias se han hecho complejas y variadas, estas experiencias se presentan ahora en nosotros como alegrías y temores, esperanzas y deseos cada una de las cuales moldea a su vez nuestra razón o intelecto.

Intelecto, razón y sentimientos, siendo para lo que han sido formados, determinan ahora nuestras acciones y nos hacen escoger un curso predestinado. Así, los actos de una vida determinan el marco o circunstancias de la próxima. Al igual que un granjero, estamos ahora viviendo del grano de la cosecha pasada mientras prepararnos el terreno para la siembra del nuevo grano. Aunque tenemos que sobrellevar nuestro destino, ya que de ello no hay escapatoria, sin embargo, no todo está perdido si usamos el pequeño grado de libertad de que disponemos, de tal manera que nos conduzca a nuestro rescate ultérrimo.
Queremos que este vagar incesante de vida en vida termine de una vez por todas. Y así sucederá si escogemos los medios de escape. La forma más fácil, la más segura y en realidad, la única es la asociación con los que son libres. Los Santos son libres por virtud de su práctica de la Corriente de Sonido y vienen a nosotros con una sola misión —la de conectarnos con la Corriente de Sonido y así hacemos libres. Éste es el único sendero de liberación espiritual.

HECHOS Vs. TEORÍAS: Aquello que puede ser un hecho para una persona, puede no serlo para otra y no será así sino hasta que haya tenido una experiencia similar. Los hechos de Sant Mat son reproducibles, así como los hechos de cualquier ciencia, y pueden ser demostrados en el laboratorio de Sant Mat. Como hemos dicho anterior-mente, el laboratorio de Sant Mat está dentro del hombre. Cualquiera que entre en este laboratorio, (o sea, que lleve su dispersa atención dentro de sí mismo al foco del ojo) puede ver, sentir y realizar lo que los Santos dicen, y puede repetir el experimento tan a menudo corno lo desee. Sant Mat trata solamente con hechos, no con teorías o creencias. Expone para sus devotos un curso práctico. Es práctico de punta a punta y puede ser puesto en práctica por el joven o por el viejo, por el hombre o la mujer, por el sabio o por el ignorante mientras al mismo tiempo están gozando de la plenitud de la vida hogareña.

DEBERES DE LA VIDA: Sant Mat es natural; es por lo tanto, racional. Espera de sus devotos que vivan una vida normal y que realicen sus deberes mejor que otros. Los perezosos no avanzan, ni aquí ni en ninguna otra parte Sant Mat crea el des-apego en el apego, hace que uno viva en el mundo sin pertenecer sin embargo al nitrado. Con la mente bajo control y el estímulo del conocimiento personal de otros y mejores mundos, cambia el punto de vis-ta del discípulo sobre la vida, sus deberes y sus responsabilidades. La vida aquí se hace irreal y sus valores son tasados de acuerdo a ello. Cosas a las cuales otros le dan demasiada importancia, se vuelven de poco valor para el discípulo. Y muchas veces, aquello que otros pueden considerar sin importancia, e incluso parecerles tonto, puede ser para el discípulo algo de más valor que la vida misma. Esto se debe a que él contempla la vida desde un punto de vista superior. Pero esto no significa que se puede descuidar un verdadero deber. Comparada con la vida de los mundos que se encuentran por sobre el nivel de los ojos, nuestra situación actual no es mejor que un sueño. Si la gen-te fuera dentro del foco del ojo y entrara en los mundos superiores, serían eterna-mente felices. Cesaría toda charla vacía. Contemplarían la Gran Realidad. De manera que, primero tienes que controlar la mente y elevarte dentro de ti mismo hasta el foco del ojo, y cualquiera otra persona tiene que hacer lo mismo dentro de sí mismo. Cuando dentro del foco del ojo tú y él hayan abandonado las envolturas materiales, la materia ya no será un obstáculo en tu estudio y en tu marcha ascendente. Ni tampoco será un obstáculo en vuestras comunicaciones mientras ambos estéis por sobre el nivel de los ojos. Para realizar esto, no es necesario abandonar el hogar o el país, Quienquiera que vaya dentro del foco del ojo, se vuelve independiente del tiempo y del espacio, y puede por experiencia propia ayudar y guiar a quien no ha alcanzado aún ese punto. Aquél que se eleva aún más y que logra acceso a otros mundos más eleva-dos, es capaz de guiar a otros hasta esos mundos. Como en cualquier otra rama del estudio, un estudiante que se encuentra ocasionalmente con su instructor y departe libremente con él, tiene una clara ventaja sobre aquél que solamente toma un curso por correspondencia. Lo mismo sucede en Sant Mat y en el desarrollo de este Sendero. Pero la belleza de todo ello es que, cuan-do logras acceso a la Luz Interna y a los Mundos de Luz Internos, los elementos de tiempo y de distancia desaparecen tan completamente que te encuentras cara a cara con tu instructor y Maestro, y él estará siempre allí para instruirte y guiarte, y también para fortalecerte. No necesitas aceptar nada de los libros, y ni siquiera de mis cartas, que no te agra-de. Puedes dejar de lado por el momento, el objeto ultérrimo de la vida y el porqué y el cómo de ella. Puedes empezar tu búsqueda desde este extremo y luego, tomar como objetivo tuyo el alcanzar el foco del ojo. Llega a ese punto de cualquier manera que puedas, sea por medio de éste o de cualquier otro método. Traza tus propios planes si lo deseas. Solamente haz y eje-cuta algún plan para llegar a ese objetivo. Pon tu plan en acción. Eso es lo principal. Y entonces, si te das cuenta de que no funciona tan bien, regresa a este plan que te he indicado. Lo principal es llegar al foco del ojo de cualquier manera. Estarás tratando con tu propia atención. Si logras sujetarla dentro del foco del ojo habrás ganado la batalla de la vida. Dices que en ocho semanas desde tu iniciación no has hecho ningún progreso.
SANT MAT NO FIJA NINGÚN TIEMPO LIMITE. Hagamos una apreciación de la situación. Desde la época de nuestro nacimiento, en cuyo momento dejamos el foco del ojo saliendo de él, establecimos nuestras conexiones con este mundo y no hemos regresado allí. A veces cuando tenemos algún profundo e intrincado problema que resolver, cerramos nuestros ojos y tratarnos de pensar sujetando nuestra atención en el foco del ojo. Lo hacernos durante algún tiempo, pero pronto salirnos nueva-mente de allí porque hemos adquirido el mal hábito de permanecer fuera de él.

Los poetas, los pintores y los músicos reciben su inspiración desde ese punto. Todos los grandes pensadores clarifican sus ideas allí. Cualquier progreso científico que el mundo ha alcanzado, se ha derivado de esta fuente. Este foco que se encuentra detrás de los ojos, es la fuente de toda la inspiración que ha producido las obras maestras del mundo. Y cualquier progreso que se haga en el futuro, tendrá como fuente de información e inspiración este punto. Aquí es donde la Divinidad baja para encontrarse con el hombre que está luchando. ¿Y QUÉ ES LO QUE NOS SUJETA FUERA DEL FOCO? ¿Por qué es que todo el mundo no corre con todas sus fuerzas a entrar en esta mágica fuente de inspiración y de sabiduría? Porque nuestra atención ha estado y está apegada a nuestros cuerpos, a nuestros parientes, a nuestras casas, a nuestros países y a nuestros placeres; a veces también a nuestras penas y dolores. Nos hemos identificado hasta tal punto con estas cosas, que hemos perdido nuestra identidad. A menos que empecemos ahora a desapegamos de estas cosas, de estas conexiones externas y empecemos a desarrollar una capacidad para conectar y desconectar a voluntad nuestra atención, es muy poco el progreso que podremos hacer en el Sendero. Tenemos que restablecer nuestra identidad para afirmar nuestra superioridad sobre nuestra mente y nuestro cuerpo. La mente debe operar sólo cuando así lo deseemos. Debemos ser capaces de entrar en el cuerpo a voluntad para funcionar en este mundo cuando sea necesario, y luego salir a voluntad cuando deseemos funcionar en otro mundo. Es la atención la que tiene que ir hacia adentro y ver. Pero mientras esté corriendo por lo externo, ¿quién hay dentro para ver? Si el dueño de una casa se sienta siempre en la puerta de su casa y se queja de que no puede ver lo que está sucediendo adentro, su queja no es justificada. Este desapegar la atención de las conexiones externas es un asunto lento. Los hábitos se convierten en nuestra segunda naturaleza. Toma tiempo formar nuevos hábitos. Pero la carrera se gana obrando lenta y firmemente, y la práctica hace que se alcance la perfección. Sigue a la mente durante un minuto y ve qué es lo que la mantiene alejada de su sede. Evita todo lo que interfiera con el logro de tu objetivo y acepta todo lo que te acerque a él. Ya te he dado el método de los Santos, basado en una larga, larga experiencia. Si alguien está seguro de estar en el sendero correcto, incluso si no da más que un paso al día, se está acercando a su destino y con seguridad algún día llegará allí, no importa cuán distante pueda estar ese destino. Posiblemente te preguntarás: ¿Y cómo sé yo que estoy en el Sendero correcto? Yo te he dado los medios de comprobarlo por ti misma. Hasta que lo hayas comprobado por ti misma tienes necesariamente que aceptar algunas cosas en fe. Tendrías que hacer lo mismo si fueras a construir un puente... Afortunado es ciertamente quien pasa su corta vida en compañía del Maestro. «Si un hombre es un verdadero buscador debe entregarse plenamente al Satgurú y abandonar todo lo demás». Ya se ha dicho en qué forma la atención del hombre está apegada a toda clase de relaciones mundanas y de cosas mundanas. Es muy poca la atención que queda disponible para el estudio del ser y la búsqueda de Dios. Mira alrededor de ti. ¿Quién tiene tiempo para las necesidades de su alma? El hombre debería encontrar tiempo, pero cree que no puede. Su atención está tan monopolizada por tonterías que no tiene tiempo para los asuntos de verdadera importancia. Un verdadero buscador que da su atención individida a los asuntos del espíritu, es ciertamente un pájaro raro. Pero los hombres marchan tras aquello que gusta más. Un amante no puede ser separado de su amada, porque se ha entregado completamente a su bien amada. Su amada es su vida. Estas citas que hemos hecho solamente indican el ideal. En verdad, un Santo puede considerarse afortunado si encuentra durante toda su vida a uno o dos genuinos buscadores de la Verdad.

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